Cuando oímos hablar del anís, es inevitable pensar en el licor de alta graduación alcohólica o evocamos esas bolitas blancas que compramos en las dulcerías, pero uno como otras tienen coma base de su elaboración el fruto de la planta que lleva su mismo nombre y cuyas virtudes no son nada despreciables.
Parte Utilizada: Los frutos (diaquenios).
Principios Activos: Aceite esencial (2-5%), rico en trans-anetol (75-90%), con estragol (metilcavicol), furanocumarinas (umbeliferona), trazas de hidrocarburos terpénicos y cetonas anísicas. Esteroles: estigmasterol. Flavonoides: quercitrósido, isoorientina, vitexina, rutósido. Glúcidos, colina, ácido málico, resina.
La droga seca deberá contener al menos 20 mg/kg de aceite esencial (R.F.E., 1997).
Acción Farmacológica: Tiene una acción aperitiva, carminativa, digestiva, espasmolítica (sobre todo a nivel respiratorio y digestivo), hepatoprotectora; mucolítica, expectorante, diurética, galactógena, antiséptica, escabicida, fungicida, vermífuga y aromatizante.
CARACTERÍSTICAS: Se trata de una hierba de tallo delgado y largo, de unos 50 centímetros, que culmina con inflorescencias en umbela (agrupación de flores que adquieren el aspecto de un paraguas), formadas por innumerables florcillas blancas cuyos frutos, esféricos y diminutos, maduran al final del verano. Las hojas, muy divididas, se asemejan a las del perejil. Se le conoce asimismo como matalahúva o hierba dulce
LOCALIZACIÓN: Es una planta que tan sólo crece en cultivos controlados, pues no se cría espontáneamente en ninguna parte de] globo. Prefiere los climas templados, en especial el mediterráneo. España, sin ser el país de mayor producción, elabora uno de los anises de mejor calidad.
PROPIEDADES MEDICINALES: Facilita las secreciones pulmonares, elimina los gases intestinales, estimula el organismo, ayuda a hacer la digestión, favorece la eliminación de orina y estimula la menstruación y la producción de leche. Puesto que pasa a la leche, el bebé lactante puede beneficiarse de sus propiedades sí la madre toma anís.
RECOLECCIÓN: Se utilizan los frutos maduros, los anises, que se cogen al final del verano, cuando están bien maduros. Se cortan las inflorescencias (umbelas) y se golpean sobre un recipiente para que caigan los anises. Aunque los frescos poseen más anetol, si se dejan secar pueden guardarse hasta la próxima temporada.
USOS Y APLICACIONES: Su principal use es en infusión o en tintura. Se prefiere la tintura, pues la esencia no es soluble en agua y sí en alcohol; a veces se emplea la infusión y se añade un chorrito de tintura.
La infusión se prepara añadiendo anises al agua mientras hierve y manteniendo la ebullición unos cinco minutos. Se debe tomar caliente y removiendo continuamente con una cucharilla para que no se quede el extracto en el fondo de la taza.
Se puede endulzar con azúcar o miel. La tintura se prepara manteniendo en maceración durante dos o tres semanas unos 100 gamos de anises por medio litro de alcohol.
En los países mediterráneos, es costumbre añadir anises (frutos del anís) a la comida de vacas y ovejas con la finalidad de aumentar su producción de leche.
Indicaciones
Inapetencia, dispepsias hiposecretoras, flatulencia, espasmos gastrointestinales, gastroenteritis, hepatitis. Parasitosis intestinales: oxiuriasis. Halitosis. Resfriados, bronquitis, enfisema, asma. Oliguria, cistitis. Lactancia. Se usa ampliamente como corrector organoléptico de olor y de sabor.
Tópicamente: en dermatomicosis: pitiriasis versicolor, tricofitosis (pie de atleta), candidiasis. Pediculosis.
Contraindicaciones
Intolerancia al anís, al anetol o a otros aceites esenciales.
Salvo indicación expresa, recomendamos abstenerse de prescribir el aceite esencial de anís por vía interna durante el embarazo, la lactancia, a niños menores de seis años o a pacientes con gastritis, úlceras gastroduodenales, síndrome del intestino irritable, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, hepatopatías, epilepsia, Parkinson u otras enfermedades neurológicas.
No administrar, ni aplicar tópicamente a niños menores de seis años ni a personas con alergias respiratorias o con hipersensibilidad conocida a éste u otros aceites esenciales.
No prescribir formas de dosificación con contenido alcohólico a niños menores de dos años ni a consultantes en proceso de deshabituación etílica.
Aunque no se ha podido demostrar su efecto estrogénico, al tratarse de una de las acciones generalmente atribuidas (Peris, 1995, Mulet, 1991; 1997), recomendamos abstenerse de prescribir extractos concentrados y aceite esencial puro por vía oral en presencia de hiperestrogenismo, tratamientos con estrógenos o progestágenos.
Precaución / Intoxicaciones
No sobrepasar las cinco gotas de aceite esencial por toma, con un máximo de tres tomas al día.
El aceite esencial, a dosis elevadas y/o prolongadas, puede producir efectos convulsivantes y actuar como estupefaciente, provocando paresias musculares, congestión cerebral, y otros disturbios orgánicos que recuerdan el absintismo crónico. Puede originar reacciones de hipersensibilidad cutánea (dermatitis vesicular), respiratoria y gastrointestinal. También se ha descrito la aparición de queilitis y estomatitis, tras toma oral de aceite esencial de anís.
De forma preventiva recomendamos practicar un test de tolerancia previo a la aplicación de inhalaciones con aceite esencial: inhalar durante 15 segundos y esperar 30 minutos.
Tener en cuenta el contenido alcohólico del extracto fluido, la tintura y el jarabe.
Formas Galénicas / Posología
- Infusión: Una cucharadita de café por taza. Una después de cada comida.
- Aceite esencial deterpenado (Véase contraindicaciones, precauciones): 1 a 2 gotas, sobre un terrón de azúcar, o microencapsulado (25 mg/cápsula), 1 a 3 veces al día, al final de las comidas. Supositorios (50 mg/sup., 2 a 3 al día). Inhalaciones húmedas (5 gotas en medio litro de agua caliente). Aerosoles (500 mg de esencia por cada 50 ml de preparado).
- Tintura (1:10): 30 a 50 gotas, una a tres veces al día (1 a 3 g/día).
- Extracto fluido (1:1): 10 a 20 gotas, dos o tres veces al día.
- Extracto seco (5:1): 100 a 300 mg/día.
- Polvo: 0,2 a 2 g al día, en tres tomas.
- Jarabe (5% de extracto fluido): 30 a 60 g al día (niños), a cucharadas de café.
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