Dioscórides ya recomendaba las hojas de la zarza para el tratamiento de las hemorroides. Sus frutos se han usado desde muy antiguo en la alimentación humana, y constituyen una excelente golosina natural para niños y adultos. Se conocen unas cien especies de zarzas y muchas más variedades, todas ellas con las mismas propiedades.
Hábitat: ampliamente difundida por toda Europa, en las orillas de los caminos, los ribazos y los linderos. Naturalizada en el continente americano.
Descripción: arbusto espinoso de la familia de las Rosáceas que alcanza hasta 4 metros de altura. Sus flores son de color blanco o rosado, con 5 pétalos. El fruto está compuesto por varias drupas pequeñas de color morado o negro, cada cual con una semilla en su interior.
Partes utilizadas: las hojas, los tallos tiernos y los frutos (moras o zarzamoras).
Propiedades e indicaciones: las hojas y los brotes tiernos contienen abundantes taninos, que los hacen astringentes y hemostáticos. Los frutos contienen además de tanino, glúcidos (glucosa y levulosa), provitamina A, vitamina C, y ácidos orgánicos (cítrico, láctico, succínico, oxálico, salicílico). Estas son sus indicaciones:
Hemorroides: la decocción de las hojas y brotes de zarza se aplica localmente en baños de asiento o compresas, para desinflamarlas y evitar que sangren.
Diarreas, gastroenteritis y colitis, por su notable efecto astringente. Las hojas y brotes lo son más que los frutos, pero suelen consumirse juntos para potenciar sus efectos y aprovechar el sabor de los frutos. Para los niños con diarrea se administra el jugo de moras a cucharaditas, o el jarabe que con él se prepara.
Enfermedades febriles: el jugo de los frutos (moras) es refrescante y tonificante, por lo que resulta muy apropiado para los enfermos febriles o debilitados.
Afecciones bucofaríngeas: tanto la decocción de las hojas y brotes, como los brotes tiernos y los frutos, tienen un efecto beneficioso sobre las aftas (llagas) bucales, gingivitis (inflamación de las encías), estomatitis (inflamación de la mucosa bucal), faringitis y amigdalitis.
Heridas, úlceras de la piel y furúnculos: se aplican lavados o compresas con la decocción, o cataplasmas con las hojas machacadas en mortero. Ayudan a curar y cicatrizar.
Uso: decocción de 30-50 grs. de brotes tiernos y/o de hojas en un litro de agua, durante 5-10 minutos; se toman hasta 3 tazas diariamente. Los brotes tiernos de primavera pueden comerse directamente, y también ejercen acción curativa al contacto con la mucosa bucal. El jugo de moras se toma fresco, de 1 a 3 vasos diarios. En jarabe, que se prepara añadiendo al zumo el doble de su peso en azúcar, a ser posible integral (moreno), calentándolo al fuego hasta que se disuelve por completo; el jugo de moras o el jarabe, se suelen mezclar con la decocción para potenciar su efecto y mejorar su sabor.
Externamente, decocción más concentrada (50-80 grs. por litro) que para uso interno, que se aplica en compresas, baños de asiento, enjuagues y gargarismos. Cataplasmas con hojas machacadas en un mortero que se aplican sobre la piel afectada.